martes, 3 de diciembre de 2013

LA TEORÍA DE AUSUBEL

El título de un artículo publicado en la revista electrónica Contexto Educativo es, desde mi punto de vista, bastante revelador. Dice literalmente:
El aprendizaje significativo

Esa extraña expresión (utilizada por todos y comprendida por pocos)


Realmente, desde mi propia práctica, coincido en que falta una verdadera comprensión acerca del potencial de esta teoría para el aprendizaje y la enseñanza en la Escuela. Afortunadamente - en contraste con el profesor que refleja la imagen inserta - tenemos aún en nuestras instituciones profesores realmente comprometidos con su práctica, interesados en su propio aprendizaje permanente para mejorar la calidad de aprendizajes de sus estudiantes; lo que constituye su función primordial.

Es justo que como educadores nos cuestionemos ¿Y para qué es útil en mi práctica docente la teoría del Aprendizaje Significativo?  Para el educador investigativo y reflexivo, una teoría como la postulada por Ausubel no necesariamente constituye una receta externa sino que, al ser comprendida críticamente, puede proporcionarle fundamentos acerca de la naturaleza del conocimiento que los alumnos asimilan en la escuela y consecuentemente, el tipo de ayuda que necesitan de su parte. Como advierte Frida Díaz Barriga, 1998 (citada en Dávila, 2000),  El trabajo del docente no es enseñar, el trabajo del docente es propiciar que sus alumnos aprendan.

Si nos pusiésemos a la tarea de analizar cada una de las prácticas docentes, probablemente descubriríamos que todas tienen su origen en determinados paradigmas y en teorías que se han venido planteando en diferentes momentos de la historia educativa. Muchas de estas teorías forman parte de nuestros modelos mentales que nos orientan la forma de entender y actuar en nuestro quehacer diario. Se ha llegado a plantear incluso que cada maestro tiene su propio modelo educativo, que en la mayoría de los casos corresponde a la forma en que fue educado escolarmente. Aunque los modelos y esquemas mentales son difíciles de cambiar, no es imposible ir modificándolos y mejorándolos, teniendo en cuenta una de las condiciones fundamentales para que se dé un aprendizaje significativo: actitud favorable para aprender.

De esta forma, te invitamos a releer críticamente a Ausubel cuyos planteamientos siguen vigentes aún con los aportes y enriquecimiento de otros psicológicos e investigadores educativos, ya que han visto en ella un verdadero potencial para el aprendizaje y la enseñanza escolar.

 I.                  El Aprendizaje en la Escuela
La teoría del Aprendizaje Significativo tiene amplias aplicaciones en el contexto escolar, ya que básicamente explica cómo se adquiere y se emplea el conocimiento de naturaleza conceptual que se propicia mediante la enseñanza escolarizada. La Escuela tiene entre sus grandes objetivos el desarrollo de la estructura cognitiva y los esquemas de conocimiento de hechos, conceptos, principios, teorías, etc.  Es en este tipo de contenidos que centra su atención la Teoría de Ausubel y en lo que podemos sacar provecho para nuestra docencia. Aunque también hay que señalar que en esto mismo reside su limitación, ya que la Escuela no sólo debe promover el conocimiento declarativo sino igualmente el actitudinal y procedimental.

Más adelante hablaremos del desarrollo y enriquecimiento que han hecho a la teoría otros autores como Novak, Hanessian, Gowin, etc. Por el momento abordaremos algunos de sus planteamientos centrales importantes por su implicación en las prácticas de aprendizaje y de enseñanza que se dan en la Escuela. En el siguiente gráfico tenemos un primer planteamiento de la Teoría.








Fuente: Elaboración propia a partir de Novak, 1998; Martín & Solé, 2001.


Según Ausubel en la Escuela puede adquirirse conocimientos, pero la retención y la eficacia de estos estará en dependencia del significado personal que elabora el alumno. Asimismo considera que tanto el aprendizaje por descubrimiento como el expositivo pueden producir aprendizaje repetitivo o significativo. Se inclina por la instrucción receptiva  ya que para él es más fácil y accesible para el alumno, siempre que cumpla con las condiciones que garanticen la significatividad de lo aprendido.

Rodríguez, M. (2011) recoge en palabras del propio Ausubel esta postura:

“El aprendizaje y la retención de carácter significativo, basados en la recepción, son importantes en la educación porque son los mecanismos humanos «par excellence» para adquirir y almacenar la inmensa cantidad de ideas y de información que constituye cualquier campo de conocimiento…la memoria para listas aprendidas de una manera memorista que son objeto de múltiples presentaciones es notoriamente limitada tanto en el tiempo como en relación con la longitud de la lista, a menos que se sometan a un intenso sobreaprendizaje y a una frecuente reproducción. La enorme eficacia del aprendizaje significativo se basa en sus dos características principales: su carácter no arbitrario y su sustancialidad (no literalidad)”. (P. 31)

La teoría del aprendizaje significativo se da a conocer en la década de los sesenta, cuando Ausubel publica The Psychology of Meaningful Verbal Learning en 1963 y Educational Psychology: A Cognitive View, en 1968; libros en que expone su teoría. En el ámbito escolar había una inclinación hacia el aprendizaje por descubrimiento propuesto por Bruner, el cual se basa en la idea de que se aprende aquello que se descubre. Éste enfoque reaccionaba en contra del paradigma psicológico conductista que predominaba ampliamente en educación y que incluso dificultó la aceptación de las ideas de Ausubel en Estados Unidos.

Aunque los planteamientos de Bruner nunca llegaron a asumirse completamente en las escuelas, la principal dificultad fue la confusión que supuso. Ausubel, según Rodríguez (2011) explica que se han confundido dos dimensiones distintas del proceso de aprender: por recepción/por descubrimiento y mecánico/ significativo.

Es una falsa asunción pretender que el descubrimiento y la reconstrucción del conocimiento que se le supone conduce a un aprendizaje significativo, del mismo modo que es erróneo también considerar que una estrategia basada en la exposición verbal, es decir, un aprendizaje por recepción, no pueda ser significativo. Ambos modos pueden ser tanto significativos como mecánicos, puesto que esta condición depende de la forma de asimilar y almacenar la nueva información en la estructura cognitiva. (p. 33)


II.               ¿En qué consiste aprender significativamente?

De acuerdo a la teoría que nos ocupa, el aprendizaje es el proceso mediante el cual la persona va construyendo significados conceptuales a partir de las regularidades que observa en los hechos u objetos. Los conceptos según Novak (1998) “son principalmente aquello con lo que pensamos” (p. 90) y su significado varía en cada persona porque “depende de lo que ya sabemos sobre él.” (p. 57).

La teoría de Ausubel postula que en la edad escolar el aprendizaje significativo de conceptos se produce mediante un proceso de asimilación conceptual. Por lo que la función primordial de la enseñanza es facilitar este proceso para que se produzca el desarrollo de las estructuras conceptuales y proposicionales del alumnado, es decir, su desarrollo cognitivo.


En el proceso de asimilación conceptual, se relaciona de forma sustantiva y no arbitraria la nueva información con algún aspecto relevante existente en la estructura cognitiva, que recibe el nombre de inclusor.

En este proceso interactivo se transforma tanto el nuevo conocimiento como el concepto inclusor, produciéndose un nuevo significado fruto de esta interacción. Dice Novak (1998) que “El nuevo conocimiento se integra a nuestros marcos de conocimientos idiosincráticos” (p. 77)


 

En el  aprendizaje no significativo o mecánico no se da la interacción, por lo que el conocimiento es efímero y superficial. No logra mantenerse en la memoria permanente.

El alumno tiene una función pasiva.
 


                                                       (Imagen recuperada el 20 de abril del 2012,


En pocas palabras, la cantidad y la calidad de las interacciones entre los conocimientos previos o conceptos inclusores con los nuevos contenidos es lo que define y caracteriza un aprendizaje significativo. En este proceso el estudiante aprende, cuando lo hace significativamente, a partir de lo que ya sabe. Desde esta perspectiva, pues, se constituye en el protagonista del evento educativo.

III.           ¿Qué tipos de aprendizajes significativos pueden darse en la Escuela?

Desde que nacemos las personas buscamos significado a nuestras emociones y vivencias. Las regularidades que percibimos y que forman los significados los representamos mediante conceptos o etiquetas socioculturales que pueden ser palabras, símbolos o signos. De esta manera se construyen conceptos primarios como: familia, casa, animal, etc. cuyos significados son personales y únicos porque dependen de la experiencia de cada ser humano. Podemos decir que cada persona va construyendo sus marcos cognitivos mediante la formación de conceptos y los significados a ellos asociados.

Ahora bien, en el ámbito escolar los procesos de enseñanza y aprendizaje también se basan ampliamente en la adquisición y empleo de conceptos que constituyen cuerpos de conocimientos culturales y científicos importantes para el desarrollo personal y social de cada comunidad. En este proceso de aprendizaje significativo que es propio de la Escuela, según Ausubel, interactúan entre sí tres tipos de aprendizaje, los que dan lugar al desarrollo de los marcos cognitivos.
Cuando estos aprendizajes se producen de manera significativa, es decir, conectando el nuevo concepto o contenido con los conocimientos previos o inclusores, se produce la asimilación conceptual mediante los siguientes principios básicos que desarrolla Ausubel:

          Inclusión
En el aprendizaje se vincula un concepto más específico a otro más general disponible en la estructura cognitiva. En este fenómeno el concepto inclusor  facilita el paso de la nueva información percibida y sirve de base de unión.  Durante este proceso tanto el concepto inclusor como la información almacenada sufren ligeras modificaciones.

Ejemplo: Comprender los tipos de narradores en los textos (protagonista, omnisciente, testigo) a partir del concepto más amplio de narrador textual. 

          Diferenciación progresiva.
La ampliación progresiva de los conceptos inclusores mediante el afinamiento de significados, la restructuración,  desarrollo y diferenciación que se va dando.

Ejemplo: Cuando va adquiriendo nuevos conceptos en el caso del narrador textual, asimismo va ampliando su concepto inicial de narrador como alguien que cuenta la historia. Ahora puede establecer relaciones por ejemplo con formas gramaticales que usa el narrador en cada caso o la proximidad del narrador al hecho o  historia que narra, entre otras  discriminaciones que va estableciendo. 

          Reconciliación integradora
La mejora cualitativa y cuantitativa de la estructura cognitiva también tiene lugar cuando se producen relaciones o vínculos sustantivos entre los significados de los conceptos, llegando a establecer similitudes, diferencias, inclusiones, es decir, todas las posibles relaciones entre ellos.  

Ejemplo: Cuando un alumno aprende lo que es enunciado y lo que oración y puede diferenciar que un enunciado es una unidad lingüística pragmática y que una oración es una unidad gramatical; también puede identificar que una oración es un tipo de enunciado. 

          Aprendizaje supraordenado
Cuando se adquiere un concepto general más amplio que engloba el significado de conceptos almacenados y les confiere un significado más enriquecido.

Ejemplo. Comprender la Ley de Carles en Química, implica englobar conceptos como masa, temperatura y volumen; y sus relaciones.

          Inclusión obliterativa
No poder recordar una información o concepto tal y como fue aprendido debido a que con el aprendizaje significativo llega en que los inclusores han quedado modificados y diferenciados de una manera tal que no es posible recuperar los elementos originales.

Por ejemplo: Cuando se le pide a un alumno que explique un concepto previamente aprendido y este lo hace no literalmente sino que con sus palabras explica el significado de lo que recuerda.

          Organizadores previos
Son ayudas que proporciona el docente al comienzo de un contenido o de una unidad de instrucción con el objetivo de facilitar la relación entre lo que el alumno ya sabe y lo que aprenderá. Se presentan como afirmaciones, son más generales y abstractos que el contenido que le sigue. Para construir un organizador previo hay que tomar en cuenta el tipo de contenido, la edad de los alumnos y el grado de familiarización con el nuevo contenido. Diríamos que es la introducción que muchas veces hacemos al comienzo de una clase para facilitar el marco cognitivo pertinente.

Ejemplo: La organización de un gobierno es como una familia. Las diferentes personas que lo conforman tienen diferentes responsabilidades y roles. Cuando todas las personas trabajan juntas, tanto en las familias como los gobiernos funcionan eficazmente. (Tomado de Eggen y Kauchack, 2001)


Podemos finalizar este acápite con el siguiente gráfico que sintetiza la información sobre los tipos de aprendizaje significativos en la escuela y los procesos implicados.

(Recuperado de http://ausubel.idoneos.com/index.php/320314, el 12 de julio de 2012)


 IV.           ¿Cómo podemos promover el aprendizaje con significado en la Escuela?

Ausubel plantea que en la consecución de un aprendizaje significativo deben estar presentes las siguientes condiciones esenciales:
SIGNIFICATIVIDAD PSICOLÓGICA DEL MATERIAL.
* Que existan conceptos inclusores o ideas de anclaje  claros, estables y precisos.
* Grado de conceptualización necesario para que el alumno realice una  tarea de aprendizaje concreta.
* Los mapas conceptuales facilitan esta tarea.
ACTITUD FAVORABLE DEL ALUMNO
* Que quiera aprender de forma consciente y deliberada.
* Disposición emocional y actitudinal.
*  Se puede incidir mediante la motivación.
SIGNIFICATIVIDAD LÓGICA DEL MATERIAL
* Estructuta interna organizada
* Secuencia lógica y ordenada
* Que sea potencialmente relacionable con la estructura cognitiva del que aprende. 

 (Fuente: elaboración propia a partir de Martín & Solé, 2001; Rodríguez, 2011)

Ausubel destaca sobre todo la importancia de los conocimientos previos de anclaje para la asimilación conceptual del contenido que se le ofrece al alumno.
 “Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría éste: de todos los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto, y enséñese consecuentemente”.


 REFERENCIAS

Dávila Espinosa, S. (2000). El aprendizaje significativo, Esa extraña expresión (utilizada por todos y comprendida por pocos). Contexto Educativo, nº 9, http://contexto-educativo.com.ar/2000/7/nota-08.htm [Consulta: 29-1-2011].  

González, F; Guardián, B; Veloz, J; Rodríguez, I; Veloz, E y Ballester, A. (2011). La Educación en el siglo XXI. Retos y recursos para afrontarlos. IN. Revista Electrònica d’Investigació i Innovació Educativa i Socioeducativa, V. 3, n. 1, PAGINES 11-28. Consultado en http://www.in.uib.cat/pags/volumenes/vol3_num1/gonzalezyotros/index.html en (poner fecha)


Rodríguez, M. (2011). La teoría del aprendizaje significativo: una revisión aplicable a la escuela actual. IN. Revista Electrònica d’Investigació i Innovació Educativa i Socioeducativa, V. 3, n. 1, PAGINES 29-50. Consultado en http://www.in.uib.cat/pags/volumenes/vol3_num1/rodriguez/index.html en (poner fecha)